Hay 12 pares de nervios craneales que constituyen los nervios periféricos del encéfalo. Estos nervios abandonan el cráneo a través de fisuras y forámenes para distribuirse en la cabeza y cuello principalmente (a excepción del décimo nervio craneal que inerva estructuras torácicas y abdominales).
Los nervios craneales son:
1. Nervio Olfatorio (par craneal I)
2. Nervio Óptico (par craneal II)
3. Nervio Oculomotor (par craneal III)
4. Nervio Troclear (par craneal IV)
5. Nervio Trigémino (par craneal V)
6. Nervio Abducente (par craneal VI)
7. Nervio Facial (par craneal VII)
8. Nervio Vestibulococlear (par craneal VIII)
9. Nervio Glosofaríngeo (par craneal IX)
10. Nervio Vago (par craneal X)
11. Nervio Accesorio (par craneal XI)
12. Nervio Hipogloso (par craneal XII)
Los nervios craneales son:
1. Nervio Olfatorio (par craneal I)
2. Nervio Óptico (par craneal II)
3. Nervio Oculomotor (par craneal III)
4. Nervio Troclear (par craneal IV)
5. Nervio Trigémino (par craneal V)
6. Nervio Abducente (par craneal VI)
7. Nervio Facial (par craneal VII)
8. Nervio Vestibulococlear (par craneal VIII)
9. Nervio Glosofaríngeo (par craneal IX)
10. Nervio Vago (par craneal X)
11. Nervio Accesorio (par craneal XI)
12. Nervio Hipogloso (par craneal XII)
Trastornos de nervios craneales
Parálisis de Bell
La parálisis de
Bell es una anomalía del nervio facial caracterizada por causar de forma
repentina debilidad o parálisis de los músculos de un lado de la cara.
El nervio facial
es el nervio craneal que estimula los músculos de la cara. Aunque se desconoce
la causa de la parálisis de Bell, se supone que en su mecanismo participa una
inflamación del nervio facial como respuesta a una infección vírica, a una
compresión o a una falta de riego sanguíneo.
Síntomas
La parálisis de
Bell aparece de forma repentina. La debilidad facial puede estar precedida unas
horas antes por un dolor localizado detrás de la oreja. El grado de debilidad
puede variar, de forma impredecible, de leve a completa, pero siempre afecta a
un solo lado de la cara. El lado paralizado de la cara queda sin arrugas y sin
expresión, pero a veces la persona tiene la sensación de que tiene la cara
torcida. La mayoría experimenta un entumecimiento o una sensación de peso en la
cara, pero de hecho la sensibilidad permanece normal. Cuando se afecta a la
parte superior de la cara, puede ser difícil cerrar el ojo del lado afectado.
En raras ocasiones la parálisis de Bell interfiere en la producción de saliva, en
el sentido del gusto y en la producción de lágrimas.
Diagnóstico
La parálisis de
Bell siempre afecta a un solo lado de la cara; la debilidad es de inicio súbito
y puede implicar tanto a la parte superior como a la inferior del lado
afectado. Aunque un ictus (accidente cerebrovascular) puede también producir
una debilidad súbita de la cara, solamente se afecta la parte inferior. Además,
el ictus se acompaña también de debilidad en el brazo y en la pierna.
Las demás causas
de la parálisis del nervio facial son infrecuentes y suelen ser de aparición
lenta. Entre ellas cabe destacar los tumores cerebrales o de otro tipo que
compriman el nervio, una infección vírica que lo destruya, como el herpes
(síndrome de Ramsay Hunt), infecciones en el oído medio o en los senos
mastoideos, la enfermedad de Lyme, las fracturas del hueso de la base del
cráneo y otros muchas enfermedades, todavía menos frecuentes.
Habitualmente, el
médico puede descartar estos trastornos basándose en la historia clínica de la
persona y en los resultados de las pruebas radiológicas, la tomografía
computadorizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Para la enfermedad de Lyme
puede ser necesario un análisis de sangre. No existen pruebas específicas para
el diagnóstico de la parálisis de Bell.
Tratamiento
Tampoco existe un
tratamiento específico para la parálisis de Bell. Algunos médicos consideran
que deberían administrarse corticosteroides como la prednisona antes del
segundo día posterior a la aparición de los síntomas y continuarlos durante 1 a
2 semanas. No se ha demostrado que este tratamiento sea eficaz en el control
del dolor o que mejore las posibilidades de recuperación.
Si la parálisis de
los músculos faciales impide que el ojo cierre completamente, debe evitarse que
éste se seque. Para ello se recomienda utilizar gotas lubricantes para los ojos
instiladas cada pocas horas y es posible que sea necesario un parche ocular. En
las personas afectadas de parálisis grave pueden resultar eficaces los masajes
de los músculos debilitados, al igual que la estimulación nerviosa para
prevenir la rigidez de estos músculos. Si la parálisis dura entre 6 y 12 meses
o más, el cirujano puede tratar de conectar un nervio sano (habitualmente
tomado de la lengua) con el músculo facial paralizado.
Pronóstico
Si la parálisis es
parcial, probablemente se produzca un restablecimiento completo en el plazo de
uno o dos meses. Si la parálisis es total, el pronóstico es variable, aunque la
mayoría se recupera completamente. Para determinar las probabilidades de recuperación,
el médico puede examinar el nervio facial mediante su estimulación eléctrica.
En ocasiones, a medida que el nervio facial se recupera, se forman conexiones
anormales que pueden ocasionar movimientos inesperados de algunos músculos
faciales o una secreción espontánea de lágrimas.
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